El cantante de POISON, Bret Michaels, habló con Nick Jakusz de 95.9 The River sobre vivir con diabetes tipo 1 y los consiguientes desafíos para una estrella de rock en la carretera. Controlar su nivel de azúcar en la sangre es su principal preocupación a lo largo del día, la cual monitorea a través de la dieta y la dedicación al ejercicio.
Bret dijo : "He sido diabético tipo 1 desde que tengo seis años... La mejor lección que recibí de mis padres... Un par de cosas que mi papá dijo y mi mamá dijo eran como, 'Mira, estas son las cartas que te repartieron. No tienes que amarlo, pero tienes que aceptarlo. O vas a ser una víctima o vas a salir victorioso; no hay términos intermedios. 'o vas a elegir que puedes hacer esto... Y vamos a encontrar una manera de que juegues fútbol, una forma de que juegues béisbol, montes motos de cross, toques música, viajes...' Y esa mentalidad es lo que me ayudó a superar los años 80 y 90 y ahora mismo en la música".
Cuando se le preguntó cómo maneja las giras mientras lidia con los desafíos únicos que enfrentan las personas con diabetes, Bret dijo: "En POISON [estuvimos] de gira todo el tiempo, y en solitario, sin parar. Lo que he aprendido a hacer es... Esto es la verdad... Cuando ven que tomo un descanso y alguien está haciendo un pequeño solo... Tienen un minuto. Salimos. C.C. DeVille [guitarrista de POISON] comienza un solo. En realidad, es una oportunidad para mí de volver corriendo y comprobar mi nivel de azúcar en la sangre. Y ahora, con la tecnología, el monitor de glucosa constante, está en mi brazo, se inyecta en mi brazo. Puedo probarlo. Ajusto mi ingesta de insulina. Así que hago unas cinco inyecciones de insulina al día, y solo ajústo y encuentro mi ritmo".
Michaels agregó: "Sé que suena loco, pero cada diabético tiene que encontrar su propio ritmo que mantenga esos niveles controlados, porque, si no, puede ser devastador".
El verano pasado, Bret le dijo a USA Today que construyó un gimnasio móvil para las interminables horas de viaje por carretera entre las fechas de la gira. Perforó un "perno grande" en el techo de su casa rodante para ejercicios de tríceps y espalda y también atornilló una bicicleta estacionaria, que monta un par de horas seguidas.
"En lugar de comer durante un viaje de ocho horas, pongo una película, bloqueo la bicicleta, me pongo el cinturón de seguridad y viajo todo el tiempo", dijo. "Vengo de una familia a la que le gusta la fiesta, pero como soy diabético, tengo que encontrar más equilibrio".
