El baterista de Journey, Deen Castronovo, ha dado una idea de la reciente situación dentro de la banda, señalando lo difícil que fue observar el distanciamiento entre Neal Schon y Jonathan Cain.
“Todo el mundo estaba separado”, explicó Castronovo durante una aparición en The Jeremy White Show. “Y fue difícil para mí ver a muchachos que conozco desde 1989 sin hablar. Solía volverme loco. Recuerdo una vez que les dije a ambos: 'Chicos, no saben lo que es perderlo todo'. Lo perdí todo. Dios, es horrible. No quieres perderlo'”.
“Esos muchachos han estado juntos durante 45 años, 40 años o algo así”, señaló Castronovo. “Es mucho tiempo para tener algunas discusiones insignificantes. Pero lo resolvieron”.
“Es divertido estar de gira otra vez en lugar de decir: ‘Oh Dios, espero no decir nada que pueda lastimar a alguien o enojar a alguien'”, explicó el baterista. “[Shon y Caín] arreglaron las cosas. Ahora viajamos en un avión en lugar de dos. Todo el mundo se lleva muy bien. Y puedes verlo en las actuaciones. No es una sonrisa falsa como, 'Uf, odio a ese tipo'. Es real”.
Castronovo insistió en que Journey se había convertido en “una hermandad otra vez” después de la situación, y sugirió que el grupo pudo resistir una tormenta que habría disuelto a la mayoría de las otras bandas.
“Los hermanos van a pelear. Esa es la belleza de una hermandad”, insistió el baterista. “Van a tener diferencias, pero pueden unirse. Y gracias a Dios este año se reunieron y dijeron: 'Ya basta de esto'. Vámonos como antes. Todos para uno y uno para todos. Salgamos y hagamos lo que tenemos que hacer'”.
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