A medida que la crisis humanitaria empeora en Nagorno-Karabagh de Azerbaiyán en medio de las continuas tensiones con la vecina Armenia, Serj Tankian de System of a Down ha redactado una carta abierta instando a una intervención más fuerte en el asunto.
En una entrevista exclusiva, el artista le dice a SPIN que más de 120.000 personas están sin alimentos y suministros médicos críticos debido al bloqueo de siete meses por parte de Azerbaiyán del corredor de Lachin, la única carretera que conecta Nagorno-Karabagh con Armenia. Se disputa la soberanía de Nagorno-Karabagh; es reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán, pero se compone de tierras históricamente ocupadas por armenios durante miles de años. El conflicto estalló en una guerra corta en 2020.
“Desde entonces, los residentes de Nagorno-Karabagh dependen de la ayuda humanitaria de las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz y de la Cruz Roja”, se lee en la carta, que también fue firmada por músicos como Peter Gabriel, Roger Waters, Tom Morello y Stewart Copeland, así como otras figuras notables de la industria del entretenimiento. “Los soldados azerbaiyanos ahora están bloqueando la entrada y salida de los convoyes de ayuda y la crisis humanitaria está empeorando. En las tiendas, los alimentos esenciales se están agotando. Los hospitales tienen una grave escasez de medicamentos y suministros médicos. En febrero, el máximo órgano judicial [de las Naciones Unidas], la CIJ [Corte Internacional de Justicia], ordenó a Azerbaiyán que garantizara la libre circulación en la carretera. Azerbaiyán continúa ignorando el fallo”.
Tankian, de ascendencia armenia, ha utilizado durante mucho tiempo su plataforma para abogar por el bienestar del país. “Todo el mundo está apoyando la apertura del bloqueo, desde Estados Unidos hasta el Departamento de Estado y la Unión Europea, pero todo son palabrería”, dice. “Pero mientras la gente se muere de hambre, decirle a un régimen dictatorial que abra un bloqueo ilegal no los ayudará a sobrevivir. Son solo palabras. No hay acciones, y ese es el problema. Todo el mundo ya lo ha condenado, pero nadie está haciendo nada. Por ejemplo, USAID [Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional] podría decirle fácilmente a Azerbaiyán, vamos a enviar suministros por avión. Tienen una oficina en Armenia, y el gobierno armenio tiene suministros que han estado esperando. Hemos estado tratando de comunicarnos con [la administradora de USAID] Samantha Power para llamar su atención sobre el problema, y ella está al tanto porque publicó al respecto en Twitter”.
Tankian admite que el problema se complica por la guerra en curso de Rusia en Ucrania, que ha desestabilizado aún más la región. “Se han realineado alianzas entre Rusia, Azerbaiyán y Turquía”, dice. “Una vez que comenzó la guerra, Rusia miró a Turquía y Azerbaiyán como una forma de sobrevivir porque su petróleo se canaliza a través de los oleoductos de Azerbaiyán. Entonces, Turquía está jugando en ambos lados entre la OTAN y Rusia para su beneficio, y eso incluso se ha convertido en un obstáculo para la membresía de Finlandia y Suecia en la OTAN. Básicamente han estado chantajeando a la OTAN para obtener lo que quieren, que es el arresto de activistas kurdos que viven en Europa. A la larga, estos cambios podrían ser excelentes para Armenia, porque Armenia definitivamente ha estado girando hacia el oeste desde la revolución pacífica de 2018, pero en este momento, no creo que las cosas estén cambiando para mejor”.
Aquellos interesados en correr la voz sobre la situación pueden comunicarse con sus representantes políticos en los EE. UU., el Reino Unido y Canadá.
“La mayoría de la gente lee sobre Ucrania todos los días en la prensa, pero ni siquiera sabe que esto está sucediendo”, dice Tankian sobre la crisis de Nagorno-Karabagh. “[El presidente ucraniano] Volodymyr Zelenskyy en Twitter elogió a Azerbaiyán y a su corrupto líder dictatorial fascista Ilham Aliyev por ayudar a Ucrania con el suministro de energía. Que así sea, pero al mismo tiempo, el mismo líder dictatorial ha asfixiado a esta gente en Armenia y ha invadido nuestros propios territorios reconocidos por las Naciones Unidas. Ha recorrido unos 150 kilómetros y sus soldados no retroceden. Estamos siendo hipócritas como comunidad internacional, porque no podemos sacrificar un país por otro. No está bien."
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